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PRINTEAR ARTICULO Artículo "8 de marzo. Deconstruir la dualidad de género"

Fuente: Vecinos de Mijas

8 DE MARZO: DECONSTRUIR LA DUALIDAD DE GÉNERO

Remedios Leiva
Trabajadora Social y
Licenciada en Antropología Social y Cultural
Secretaria de Alternativa Mijeña / Artehnatiba Miheña



Otro año celebramos el 8 de marzo, así que hablemos no de mujeres sino de género. Ahora que estoy embarazada todo el mundo pregunta si es niño o niña y me viene a la mente constantemente el fijismo bipolar sexual de la cultura en la que vivimos, y me pregunto ¿por qué no dejamos de pensar en la dualidad masculino-femenino, hombre-mujer de una vez por todas y pensamos simplemente en personas?

Para acabar con el problema de la discriminación de la mujer lo verdaderamente fundamental es romper con las rigideces del dimorfismo sexual. Me explico. En las sociedades que mantienen criterios rígidos de dualidad de géneros, las niñas y niños internalizan esta dualidad extrema y diferenciadora. Los niños son, a su vez, reproductores de esa rigidez cultural de manifestación de géneros. Ellos construyen su identidad acomodándose a los valores y patrones que les han transmitido y rechazando todo lo que no se ajuste a esos esquemas culturales.

Es decir, los niños “ponen en escena” sus roles de género. Actúan en función del sexo. Las niñas, desde pequeñas, colores suaves, pendientes en las orejas (marcadas ya desde el nacimiento, como las vacas, y a base de dolor y sangre; ya sabes, por ser niña esto es un adelanto de lo que te espera) y actitud femenina (no seas machoperico); los niños, colores más agresivos, y actitud masculina, rechazando cualquier actitud que no corresponda con su sexo. El típico: los niños no lloran.

En nuestra sociedad de esquema de género bipolar, las conductas y actitudes masculinas y femeninas son derivadas del sexo anatómico. Son las bases anatómicas, preferentemente los genitales, lo que permite la construcción de la identidad. La base corporal-genital se implanta en la cultura, dando lugar a la identidad de género. La identidad del sexo, peneal o vaginal, se convierte en identidad de género, masculino o femenino. Luego se esperan conductas apropiadas que se acomoden a lo socialmente prefigurado y así se da paso a la fijación de los roles de género.

Pero tenemos claro que para entender el rol de género de cada uno de nosotr@s los genitales son tan irrelevantes como el color de la piel. Hay sociedades en las que existen más de dos sexos, donde hay representaciones sociales de sexo/género no incluidas en la dualidad occidental. Debemos entender lo masculino-femenino no como una bipolaridad extrema, sino como un continuum, donde fijar representaciones sociales occidentales tales como los transgéneros, transexuales, travestidos, homosexuales, etc.

Para acabar con la discriminación de la mujer es necesario generar un contradiscurso a esta dualidad hombre/mujer, masculino/femenino, romper los modelos binarios del sistema de género. El gran reto ahora es la lucha con el género y, sobre todo, contra el género. Con el género porque sigue organizando la vida de mujeres y hombres. Contra el género porque es necesario ir más allá y romper con la dicotomía y el dimorfismo, para mostrar la pluralidad de formas de ser humano. Hay que caminar hacia una sociedad postgenérica.

Y, al igual que es necesario acabar con esta bipolaridad sexual, ahora que estamos en precampaña electoral, hay que señalar que también es necesario acabar con su correlato del bipartidismo, porque entre la dualidad PP-PSOE existente tenemos más alternativas, y la que es más necesaria se llama Alternativa Mijeña y Los Verdes.

18 March 2011 08:25 PM