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PRINTEAR ARTICULO Artículo "La vida es lo que te pasa mientras estás haciendo otras cosas"


LA VIDA ES LO QUE TE PASA MIENTRAS ESTÁS HACIENDO OTRAS COSAS

Pia Bruun
Periodista y locutora
Integrante 2ª de la Candidatura
'Alternativa Mijeña y Los Verdes'



Tenemos que redefinir el concepto de riqueza para enfocarlo en la calidad de vida más que en capacidad para el sobreconsumo.

En tiempos de crisis es bueno saber que, cubiertas las necesidades básicas, la felicidad no aumenta con la prosperidad material. Está claro que necesitamos dinero para vivir, para pagar el alquiler o el préstamo de nuestra casa, para comer y abrigarnos, pero obsesionarse con el dinero nunca nos traerá felicidad. Como mucho traerá únicamente un placer de corto plazo, y después, ¿qué? O según decía Jacinto Benavente: ”El dinero no puede hacer que seamos felices, pero es lo único que nos compensa de no serlo”.

No hace falta ser muy bilingüe para entender el nuevo estilo de vida, que está de moda en varios paises occidentales: ”Simple living” (la vida simple o vivir de manera secilla). Para mucha gente no es un fenómeno nuevo, sino más bien volver a vivir como ”antes”, como lo hacían nuestros abuelos.

La diferencia entre ahora y entonces es la posibilidad de poder eligir. La vida simple es dedicarse a tener lo justo –lo más necesario y lo que realmente nos importa en la vida– y quitar o dejar de comprar y pedir todo esto que no tiene importancia. Supone entender que nuestro planeta tiene los recursos limitados, que el crecimiento económico a toda costa amenaza la naturaleza y que el materialismo (realmente) no nos hace más felices.

La cultura del coche, del adosado y del centro comercial se impone a marchas forzadas. La televisión penetra por partida triple en los hogares. Los niños degluten fast-food y violencia, y los padres sueñan con la última generación de todo-terrenos hipercontaminantes. Lo llamamos bienestar, pero no mejora nuestra salud ni la felicidad.

Resulta que hay poca diferencia de felicidad entre personas con distintos niveles de riqueza. Es más, está comprobado que el materialismo debilita el bienestar y puede servir para marginar aspectos muy importantes, como la alegría, el amor o la salud personal.

Todo indica que existe un mayor grado de felicidad entre las personas que viven una vida sencilla, rodeadas de su familia o amigos cercanos, que entre personas con un alto nivel de consumo.

Muchas personas retornan de la ciudad al campo precisamente porque la vida en la ciudad, aún estando rodeada de gente, les parece demasiado solitaria. La vida ”sencilla” del campo, el contacto con la tierra, la naturaleza y la población autóctona son muy importantes. La vida simple no significa volver a la edad medieval, sino vivir en un mundo moderno conscientes de cómo vivimos y consumimos y cómo utilizamos los recursos de la tierra.

Cada uno somos libres para tomar las decisiones necesarias para poder cambiar el rumbo de nuestras vidas y tal vez contribuir a salvar nuestra Tierra.

21 March 2011 06:14 PM